El Campo

Hemos seleccionado las tierras más altas, pobres y pedregosas del Duero para poner nuestras cepas, la gran mayoría ubicadas en el pago de Valderramiro. Duplicando su densidad, con respecto a la Comarca, tratamos de fomentar la competencia y bajar los rendimientos por planta de forma natural.


Estos dos aspectos van ligados a la calidad: Tenemos un marco de plantación único para un vino único. En este ambiente hostil para la vegetación salen adelante las cepas, trasladando a los racimos toda la esencia del terruño; racimos de uvas pequeñas que guardan en su firme hollejo el secreto de nuestro vino.


Aunque la situación geográfica, altitud y latitud, nos garantizan una lenta maduración, trabajamos además en la viña para ayudar a que ésta se produzca, adelantando podas, desracimados y otras labores. Lo que se hace despacio siempre sale mejor.